El movimiento se basa en 10 pilares

DEMOCRACIA DIRECTA se presenta como una alternativa popular para transformar la realidad. Queremos crear un mundo diferente, y por eso necesitamos recuperar el control de la soberanía y actuar como agentes políticos de pleno derecho.

1. Unidad

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La unidad es nuestra fuerza

El poder lleva siglos desuniendo a la humanidad para sostenerse en la cima porque desunidos somos mucho más débiles y vulnerables. Por eso están intentando separarnos de maneras casi patológicas; encerrándonos en nuestras casas sin poder reunirnos ni vernos; creando una distancia de seguridad entre nosotros; prohibiendo los encuentros multitudinarios, etc. 

Pensamos que la crisis sanitaria del Covid-19 es una excusa para implantar todas estas medidas que pretenden separar a los seres humanos. Así pues, tenemos que estar por encima de todas las divisiones de género, clase social, raza, religión, nivel cultural, nacionalidad y lengua. Hay que estar unidos más allá de los partidos políticos y las jerarquías que siempre nos han separado.

2. Organización

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Es extremadamente importante que el pueblo esté organizado.

Hay que organizar de manera democrática, de abajo a arriba y no de arriba abajo, pues este sistema piramidal de organización es patriarcal y no es realmente democrático, sino autoritario.

Existe un sistema que reúne estas características. Se denomina confederalismo democrático.

El poder y la soberanía están en los ciudadanos / as. En el confederalismo democrático el pueblo es soberano y no está sometido a las agendas de una élite. Todas las asambleas de ciudadanos que se vayan consolidando se confederan creando una red descentralizada y organizada. En esta estructura política los representantes no tienen ningún poder sino que son meros portavoces de la voz de los ciudadanos y de las decisiones tomadas en las asambleas.

 

Los cargos son siempre elegidos democráticamente y cada cargo se compone de un hombre y de una mujer. Los delegados son elegidos por una duración de dos años. Después de este período son reemplazados por otros ciudadanos nuevamente elegidos. Se hará lo posible para que los elegidos no pertenezcan a grupos de presión, ya sea económicos, políticos o sociales, y así mantener la absoluta independencia de las asambleas.

Dicen que el capitalismo neoliberal se basa en la democracia, pero no es verdad. La democracia neoliberal se limita a invitarnos a ir cada cuatro o cinco años -según los países-, a votar o elegir quién decidirá por nosotros. Una vez que hemos votado ya no podemos decidir nada sobre la vida de la comunidad, la sociedad o el país. Nuestra participación política como ciudadanos es casi nula. Esto es lo que se conoce como gobierno por delegación, pero no es democracia.

En este sistema la soberanía del pueblo es usurpada por una clase política, los partidos, es decir, una casta privilegiada y muchas veces poco eficaz para la resolución de los problemas de la población. Por eso a menudo los ciudadanos en las manifestaciones gritan: «no nos representan». Nos usan para representarse a sí mismos.

La democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo. «Demos» en griego significa pueblo, y «kratos» significa «gobierno». En las democracias neoliberales el pueblo no gobierna. El pueblo obedece a los políticos profesionales que están sometidos a los poderes financieros globales. Se gobierna para las élites, ya sean los partidos de derechas o de izquierdas. Esta polaridad es ficticia: siempre se gobierna por el beneficio de las élites financieras.

 

3. Consciencia y amor

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El amor es consciencia y la consciencia es amor. Ambos están interconectados.

Todos los cambios sociales que necesita la humanidad hoy deben proceder de la energía del amor, porque como decía Einstein: «el amor es la fuerza más poderosa del universo», y el siglo XXI será espiritual o no será.”

Hasta hace pocas décadas no se había vinculado espiritualidad con política. Eran dos áreas antagónicas, y su fusión, casi un tabú. Es el momento de emprender este trabajo, esta fusión. Hay que unir política con espiritualidad, o de lo contrario volveremos a caer en los mismos errores históricos del pasado. Volveremos a soportar una política basada en los egos personales de los políticos. Una política que sólo ha creado sufrimiento y totalmente ajena al amor y la felicidad, tan esenciales para la plenitud de la vida humana.

El amor debe ser el motor que impulse el cambio social para que éste sea profundo, constructivo, duradero y satisfactorio. El amor es conciencia y la conciencia es amor. Ambos están interconectados. Debemos empezar a crear y vivir, aquí y ahora, la revolución del amor a todos los niveles de la sociedad. Por eso el trabajo político debe ir unido a un crecimiento espiritual individual y social, es decir, al proceso por el cual reducimos nuestro ego y aumentamos nuestra sabiduría. Einstein hizo una predicción: «el siglo XXI será espiritual o no será.» Cuando hablamos de espiritualidad hablamos del potencial espiritual que posee todo ser humano. Es una espiritualidad al estilo de Spinoza, Einstein o de Ken Wilber, es decir no religiosa. Una espiritualidad respetuosa con todas las tradiciones y religiones, tal y como en su momento propusieron Unificar la Conciencia Colectiva en la Noosfera, Pierre Tehilard de Chardin y Vladimir Vernadsky.

Se trata de comprender la importancia de la fraternidad, más allá de las divisiones, y de cooperar para llegar a un punto de armonía, respeto, fraternidad y equilibrio. Dice el Dalai Lama que las religiones han fracasado en su intento de crear unidad y que sólo han creado más separación. Por ello, la espiritualidad no es lo mismo que la religión.

La espiritualidad y el amor nos une a todos / as en este proceso de crecimiento humano. Nos permite caminar hacia la plenitud y hacia el desarrollo de todo nuestro potencial humano.

El amor tiene que irradiar en todos los niveles de la vida social.

Necesitamos:

. Una economía basada en el amor.

. Empresas impulsadas desde el amor.

. Una política basada en el amor.

. Una educación basada en el amor.

. Una sanidad basada en el amor.

. Una justicia basada en el amor.

. Una espiritualidad basada en el amor.

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4. no-violencia

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Creemos en la resolución de los conflictos sin violencia.

Podemos soñar con un mundo sin conflictos, pero la realidad nos recordará continuamente que vivimos en un mundo donde surgen conflictos en las relaciones interpersonales, sociales y políticas. El verdadero problema no es tanto la aparición de los conflictos si no la elección de los medios que utilizamos para resolverlos.

Por ello, la “no-violencia” no es, como a menudo se cree, pasividad, resignación, sumisión, ni aceptación de la injusticia, sino una vía ética y al mismo tiempo una táctica por los que rechazan tanto la injusticia como la utilización de la violencia para combatirla. La “no-violencia” no se basa exclusivamente, y ni siquiera principalmente, en acciones simbólicas o en el sufrimiento de sus activistas; es compatible con una variedad de métodos y acciones, como la persuasión y la protesta no violenta, la no cooperación, la desobediencia civil y la intervención.

5. cultura, conocimiento y sabiduría

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Todo ciudadano puede ser un filósofo.

Cuanto más ignorantes son los miembros de una sociedad, más fáciles son de manipular. El neoliberalismo y el estado profundo del Nuevo Orden Mundial se han construido sobre la base de mantener a los pueblos en la ignorancia. El capitalismo neoliberal es la cultura de la incultura. Se ha emprendido una guerra contra la cultura y el conocimiento. Esto se ha construido a lo largo de decenas de años. Este proceso se ha ido acelerando e intensificando, llegando a extremos de una preocupante gravedad.

Los sistemas pedagógicos han sido autoritarios, memorísticos, favoreciendo el aburrimiento de los niños. Se nos ha ido castrando el gozo de aprender, esta maravillosa capacidad de disfrutar aprendiendo, de seguir aprendiendo durante toda la vida. El fracaso y el abandono escolar están en aumento constante. Se ha atacado a la enseñanza de la filosofía hasta intentar erradicarla de los planes de estudios en secundaria. En Democracia Directa podemos convertir a los ciudadanos en filósofos, aumentando el placer de aprender. Por ello, cada Asamblea Local creará una ACADEMIA DE CIUDADANOS / AS. Estas academias se conciben como lugares de encuentro y convivencia, donde la ciudadanía intercambia y comparte mutuamente conocimientos y cultura. Se imparten toda una serie de materias y temarios interesantes para la transformación personal y social para crear la cultura del nuevo paradigma. Cada asamblea se conecta con la escuela local para educar en la participación democrática, en la toma de decisiones desde la infancia. La formación y la aplicación de la Democracia Directa en las escuelas es esencial para que el movimiento arraigue y tenga fuerza.

 

EN LA ACADEMIA DE CIUDADANOS  los temas a tratar pueden ser:

 

confederalismo democrático

ecología y energías renovables

economía familiar

no violencia

feminismo

espiritualidad

filosofía y ética historia y arte

 

6. EnergÍa femenina

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El feminismo original es un movimiento social que defiende la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Las mujeres tienen que caminar hacia la libertad, porque sólo a través de la libertad de las mujeres, los hombres también serán libres.

El principio femenino ha sido reprimido y castigado en todos los ámbitos de la vida. Los grandes cambios sociales de los últimos siglos nunca han tenido en cuenta la liberación de la mujer. Siempre se ha dejado de lado como un tema que no era prioritario. Esto sucedió en la Revolución Francesa, en la Revolución Rusa y en la Revolución Española del 36. 

Fueron cambios impulsados por el patriarcado que terminaron reproduciendo todas sus características: la estructura jerárquica de la sociedad; el uso de la violencia; una espiritualidad dualista; ver la naturaleza como un bien a explotar y dominar; las grandes diferencias de las clases sociales, etc. Ahora es el momento de la igualdad, y esta igualdad debe ayudar a empoderar lo femenino y trascender la cultura patriarcal. El principio femenino se convierte en el motor del cambio social. La energía femenina es la esperanza de la humanidad. Por eso se generarán en cada municipio comisiones de trabajo compartidas entre mujeres y hombres. Se trata de crear a nivel municipal espacios de diálogo y libertad.

Todos los cargos son bicéfalos, es decir, se componen de una mujer y de un hombre. Esto favorece el equilibrio energético de las tareas que emprendan, así como el enriquecimiento de los dos puntos de vista. En las Academias de Ciudadanos se estudiarán temas relacionados con la equidad del principio femenino, potenciando esta cultura podremos llegar a una armonía entre lo femenino y masculino.

7. Ecología

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Es posible combinar un progreso razonable, material, económico y tecnológico con el equilibrio natural. La inteligencia del ser humano nos puede conducir a un mundo mejor y sostenible por el bien de todos.

El capitalismo es el sistema económico del patriarcado que la humanidad lleva más de 300 años practicando. Si bien es verdad que nos ha llevado a grandes niveles de desarrollo tecnológico y ha mejorado mucho nuestra manera de vivir a nivel material, también ha tenido graves consecuencias para el equilibrio de los ecosistemas del planeta que están hoy en día extremadamente dañados. La contaminación de las aguas, del aire y de la tierra es enorme y está afectando al futuro de la especie humana.

El precio que la humanidad está pagando por la implantación del capitalismo neoliberal es la destrucción del planeta.

Ante esta situación tan grave, nuestro movimiento apuesta por una visión ecológica de la realidad en todos sus ámbitos. Toda decisión debe estar imbuida del espíritu de la sostenibilidad ecológica. El mundo diferente que queremos crear es un mundo en armonía con el planeta y con todos los seres que lo pueblan. Tenemos que aprender a convivir con los demás seres sintientes, los millones de especies que comparten este hermoso planeta con nosotros. No tenemos ningún derecho a destruir el medio ambiente ni hacer daño a las otras especies. En realidad todos los problemas ecológicos son problemas sociales. Esto es lo que se conoce como ecología social. La dominación patriarcal ha ejercido también sobre la naturaleza, llevándola al colapso. Estamos convencidos de que es posible combinar un progreso razonable, material, económico y tecnológico con el equilibrio natural. Debemos entender la interdependencia de todas las cosas en nuestro mundo. Debemos aprender a no querer crecer continuamente, sino buscar una armonía que haga posible la felicidad para todos, y que sobre todo no hipoteque la vida de las futuras generaciones. La inteligencia al servicio del corazón nos puede conducir a un mundo mejor y sostenible por el bien de todos. Esto implica concebir toda manifestación de vida como merecedora del más profundo respeto.

8. Economía sostenible

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La visión económica que ha triunfado en el siglo XX ha sido el capitalismo, pero este modelo ha llegado a su fin.

A partir de los años 70 y 80, después del capitalismo industrial, vimos el triunfo del capitalismo financiero y sus gravísimas consecuencias. El 1% de la población controla una gran parte de la riqueza mundial. Los ricos cada vez son más ricos y los pobres más pobres. Estamos asistiendo al castigo cotidiano y a la progresiva desaparición del motor de la economía: la clase media. 

Vivimos en una especie de dictadura financiera que lo controla todo y tiene a la humanidad esclavizada a través de la deuda económica, la cual, a día de hoy, es impagable. Toda deuda implica una pérdida de libertad. El modelo está en una crisis constante y está a punto de derrumbarse. No es sostenible ni siquiera desde el punto de vista matemático. Sus consecuencias sobre los ecosistemas y el medio ambiente, como hemos visto, son nefastos.

Es urgente la creación de un nuevo paradigma económico.

En DEMOCRACIA DIRECTA pensamos que se pueden coordinar y combinar en armonía dos tipos de economía: una de libre mercado, impulsada por pequeñas y medianas empresas; y otra que parte de la economía colectivizada, cooperativizada o autogestionada.

La economía de mercado da dinamismo y agilidad. El dilema entre la economía de mercado y el socialismo no existe. Las dos visiones de la economía pueden convivir en perfecta armonía. Esto es lo que afirmaban ya a mediados del siglo XIX los filósofos impulsores del mutualismo.

Recomendamos la introducción de prácticas de democratización interna dentro de las empresas. Hay sistemas, como la holocracia, donde las empresas privadas pueden organizarse de manera no jerárquica y aplicar la democracia interna. Existen iniciativas con muy buenos resultados, ya que la holocracia aumenta el compromiso y la eficacia.

Existen sectores de la economía que pueden ser puestos al servicio de la comunidad en lugar de intereses privados, tales como el agua, la energía, las comunicaciones, los servicios de internet, la banca, servicios de saneamiento y residuos, la educación, la sanidad pública y la justicia. En vez de ser gestionados por grandes corporaciones privadas, como propone el neoliberalismo, o depender del Estado, deberían estar autogestionados por los propios trabajadores y puestos al servicio de la sociedad y el bien común.

9. Democracia directa

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Raíces históricas

La Democracia Directa tiene unas profundas raíces históricas. Todos pensamos que la democracia nació en Grecia pero en realidad no fue así. La democracia nació en la India. Existen textos del Rig Veda hindú y del Canon Pali budista que reflejan la existencia de repúblicas que practicaban la democracia participativa en el norte de la India hacia el 700 a.C.

 

Atenas ha sido una de las ciudades más decisivas y que más huella ha dejado en la historia de la humanidad. Todo el esplendor de la ciudad se debe principalmente al desarrollo de un nuevo sistema político: la Democracia Directa. Este esplendor se produjo en todos los campos de la vida: artístico, arquitectónico, literario, social, político, militar, cultural y filosófico. Todo esto es fruto de la Democracia Directa y el genio de los atenienses. Los ciudadanos de Atenas se reunían una o dos veces al mes en unas asambleas democráticas muy concurridas para debatir los asuntos de la «polis», ciudad. 

 

En Atenas había dos tipos de ciudadanos: 

1) Los «polites«: aquellos que participaban en la vida pública, en las asambleas y en la toma de decisiones.

 2) Los «idiotés»: los ciudadanos que no estaban involucrados en la vida pública y no participaban en las decisiones que afectaban a su vida y la de sus compatriotas. Cuando no participabas en Atenas te convertías en un «idiotés»: un idiota. Las democracias neoliberales nos han convertido a todos/as en un «idiotés», en el sentido político de la palabra.

 

La inteligencia colectiva

  

Para entender qué es la verdadera y auténtica democracia, donde la soberanía está en manos del pueblo, es preciso conocer la inteligencia colectiva. Hay un tipo de inteligencia que emana de los grupos de seres vivos. Es una inteligencia inherente a la propia naturaleza. Es la inteligencia de las abejas, de las hormigas, de las bandadas de miles de pájaros que vuelan en perfecta armonía, de los bancos de peces que nadan totalmente sincronizados sin ningún tipo de jerarquía.

Es un orden espontáneo, natural. Los seres humanos también poseemos esta capacidad espontánea de unirnos y fluir juntos sin jerarquías autoritarias.  La cultura del individualismo patológico, potenciada por el capitalismo, ha intentado castrar la inteligencia colectiva humana. Cuanto más individualistas somos, más alejados estamos. Sin embargo esta inteligencia está siempre viva en nuestros corazones y está esperando brotar como una fuente. La Democracia Directa está basada en el desarrollo de esta inteligencia colectiva.

La democracia ateniense no fue una democracia perfecta porque excluía a las mujeres, a los esclavos y a los «metecos» (extranjeros); sin embargo todo el poder estaba en las asambleas ciudadanas. Todo ciudadano tenía el derecho y el deber moral de participar en la vida pública y en la toma de decisiones.   A lo largo de la historia han habido otros ejemplos de democracias directas, especialmente en ciudades libres de la Edad Media que no estaban bajo el yugo de la aristocracia: las ciudades hanseáticas del Mar de Norte, por ejemplo.

En ciertos períodos algunas ciudades del sur de Francia y el norte de Italia también aplicaron la democracia directa. Posteriormente también se aplicó en algunas de la primeras colonias de Estados Unidos.

La democracia directa nos permite encontrarnos, hablar, compartir, dialogar, aprender a escuchar y respetar a los demás. Favorece un clima de comunicación y diálogo que nos puede acercar a la compasión y al amor. La democracia directa ayuda a disolver el ego. El poder está en la unión de toda la comunidad en la toma de decisiones y en la aplicación de la inteligencia colectiva por el bien de toda la sociedad. La democracia directa es femenina, no es patriarcal, no es jerárquica sino circular. Por ello es necesario que las mujeres tengan un protagonismo especial en la implantación de este tipo de organización social.

«La democracia lleva el más

bello nombre

que existe:

igualdad»

Heródoto

10. Municipalismo

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Devolver la soberanía al pueblo.

Los ciudadanos nunca lograremos cambios sociales reales sólo bajando a manifestarnos en las calles. Hay que hacerlo, pero no es suficiente. Pero podemos conseguir grandes cambios si nos unimos para transformar la realidad, el día a día de nuestros municipios y ciudades. El municipalismo es una manera de devolver la soberanía al pueblo. Esto es la verdadera democracia; una democracia participativa y directa; una democracia radical. El poder ya no está en la cúspide del estado, sino en la base, el «demos», el pueblo. Los ciudadanos se asocian libremente para gestionar sus vidas en común y tomar de manera regular las decisiones que les afectan directa o indirectamente. Es una democracia descentralizada. Ya no necesitamos el parlamentarismo, basado en votar políticos profesionales que deciden por nosotros.

Este proceso requiere crear una cultura de democracia directa, la que comienza ya en las escuelas y va impregnando todos los ámbitos de la vida. Esto implica un empoderamiento personal y social. Se da poder al individuo y se da poder a la comunidad de manera solidaria. En el municipalismo, la soberanía y el poder no están en los representantes, sino en las asambleas.

Un ejemplo real de democracia directa y confederalismo democrático

Este sistema lleva más de 6 años aplicándose con gran éxito en la zona conocida como Rojava, en el Kurdistán.

Esta zona fue ocupada militarmente por el estado islámico Daesh imponiendo su régimen autoritario y opresor. El pueblo kurdo luchó contra ellos y logró liberar una buena parte del país. En esta lucha y victoria tuvieron un gran protagonismo las mujeres, organizadas en unas unidades llamadas YPG. Una vez liberada la zona decidieron implantar un sistema de confederalismo democrático. Empezaron gradualmente a organizarse en torno a las asambleas de ciudadanos/as libres que rigen sus propios destinos, al margen del estado patriarcal sirio. Los resultados en muchos aspectos de la vida han sido absolutamente espectaculares. 

Esta zona del mundo, en el cuadrante fértil, ha sido siempre un cruce de culturas y religiones. Allí habitan kurdos. También están los êzidî, una parte del pueblo kurdo que ha conservado su tradición zoroastriana y que han sufrido persecuciones religiosas durante siglos. Han sido unas de las víctimas más castigadas de Daesh o el estado islámico. Actualmente son entre 800.000 y un millón de personas. También están los árabes, la etnia que ha controlado el poder durante siglos, y han impuesto su cultura y su idioma. Se encuentran también los armenios y sirios, etnias de cultura y religión cristiana; los caldeos (cristianos); chechenos, etc. Es una zona donde ha habido guerras hasta el día de hoy. Hay mucho resentimiento, disputas, deportaciones, violencia a veces secular.

La práctica del confederalismo democrático durante estos años ha sido un bálsamo social y ha llevado armonía, comunicación y cooperación entre todas estas culturas a menudo confrontadas en el pasado. En las asambleas aprenden a reconstruir su país desde la comunicación y la cooperación constantes. Las mujeres han tenido un papel predominante en esta transformación social. Ellas son el motor de cambio. Son un ejemplo de convivencia en paz y armonía para el resto de mundo. En sólo 6 años los avances han sido espectaculares en educación, sanidad, justicia y economía. Su compromiso es total con la ecología, con el feminismo, con la libertad y la tolerancia política y religiosa. Por ello, su experiencia y su éxito nos inspiran en nuestro  movimiento.

¿Cómo se organiza?